Piensa si al tratar de crearte a ti mismo, no te estás perdiendo la oportunidad de crear lo mejor de ti.
La mejor forma de sacarle lo mejor a la vida es recordar en todo momento que es muy corta.
Si sonríes a quien llora, ganarás dos sonrisas, pero si te enojas con quien está enojado, te pondrás al mundo en tu contra.
Si crees que cuando se acaben tus problemas serás feliz, sólo estás condenándote a la eterna infelicidad. Lo que debes hacer es lidiar con tus problemas, ya que ellos son una fuente creadora inagotable.
Pueden abandonarte todos los que te rodean, pero nunca permitas que te abandone tu amor propio.
La dificultad de nuestros sueños es directamente proporcional a nuestro miedo a intentarlo.
Aprende a extraer la experiencia de un mal día y tendrás muchos otros de felicidad.
La felicidad consiste en encontrar el camino equivocado y evitarlo.
Si reniegas por envejecer, estarás despreciando el privilegio que la caprichosa vida le da a muy pocas personas.
La nostalgia del pasado y el temor al futuro nos roban el regalo de vivir el hoy, que es nuestra única realidad.
Si te quedas anclado en el pasado, estarás amarrando tu buque a un puerto que ya no puede albergarlo.
Para apreciar mejor a los que te rodean, sólo tienes que imaginarte tu vida sin ellos.
No deposites en el éxito el peso de la felicidad, sino que debes ser feliz primero para luego tener éxito.
Cada instante en el que permaneces enojado con quienes te han dañado, les estás dando mucha más importancia de la que merecen.
Si quieres que tus enemigos no te afecten, prueba de ignorarlos y comprueba como se disipan como el aire.
Para desvanecer la tristeza sólo necesitas envenenarla con una sonrisa radiante.
Hazte responsable de tu felicidad y nunca tendrás a nadie a quien culpar por no lograrla.
El pesimista pierde las esperanzas, el optimista las encuentra hasta debajo de la tierra, el sabio ajusta el entorno a las circunstancias.
Al dominar a los otros sólo estás demostrando tu propia debilidad.
¿Quieres demostrar tu fortaleza? Domínate a ti mismo.
El verdadero amor no es el que quiere cambiarte para hacerte una mejor persona, sino el que te da todo de sí y, sin quererlo, tú mismo te transformas ante su toque amoroso.
Una buena lectura calmará tu ansiedad y te alejará del mal más peligroso de todos: la ignorancia.
La vanidad es el recurso que encuentran las personas vacías y huecas para exhibir lo que no tienen.
No te enorgullezcas de tus posesiones, sino de tus logros.
El valiente toma al futuro como una oportunidad de enmendar sus errores y de ser mejor que ayer.
No puedes proyectarte hacia el futuro si es que no te has reconciliado con tu pasado.
Clavarse una espina enseña mucho más que todos los libros que nos indican cómo evitarlas.
No hay enseñanza más valiosa que la que nos proporciona el hecho de haber vivido, habernos equivocado y haber sufrido las consecuencias.
