La felicidad es encontrarte cara a cara contigo mismo.
La felicidad es esa semilla que crece en tu espíritu y te hace ser una mejor persona cada día.
La felicidad no se compra ni se vende, se cultiva en tu interior.
Si quieres ser feliz, solo debes dejar de preocuparte de la vida de los demás y ocuparte de la tuya propia.
No esperes grandiosos acontecimientos para lograr la felicidad, encuéntrala en las pequeñas cosas de la vida cotidiana.
Si tenemos alguien a quien esperar, tenemos felicidad en nuestra vida.
Muchas personas tardan toda una vida en encontrarse a sí mismos, por eso es que tienes tiempo de sobra para hacer que ese sea un encuentro inolvidable y lleno de felicidad.
Ser feliz está a tu alcance, solo depende de lo que hagas y de lo que evites.
Si buscas la felicidad en lo material, te estarás olvidando de que esta solo puede vivir en la esencia de lo que verdaderamente eres.
Cuando tu deseo por lo que no tienes se convierte en obsesión, estás dando el primer paso para alejarte de tu felicidad.
Si vas a esperar algo en la vida, que sea de ti mismo, nunca de los demás. Solo así podrás acercarte a la felicidad.
La felicidad se forma de pequeños momentos alegres, pero se convierte en un estado constante.
Asegúrate de ser la persona que amarías, esto te convertirá en alguien con felicidad.
Las personas verdaderamente felices le dan lo mejor de sí a los demás. Tanto es así que cuando estas personas se alejan de su lado, se sienten mejor y se desempeñan como mejores personas que antes.
No aparentes nunca ser feliz, empéñate en serlo.
La peor falla que podemos tener con los demás es no ser felices con nosotros mismos.
Nada es tan importante como tu propia felicidad.
Si dejas pasar una oportunidad de ser feliz, esta nunca volverá. Habrá otras, pero esa definitivamente se habrá ido.
La felicidad consiste en tener siempre una meta por conquistar.
Siempre que tus asuntos pendientes incluyan hacer sentir bien a los demás, serás feliz en compensación.
Cuando te alegras del éxito del otro, eres una persona plena y feliz.
El secreto de la felicidad es que no guarda ningún secreto.
Para ser feliz es necesario no tener demasiado ni tampoco sufrir la escasez.
La felicidad se trata de entender que no durará para siempre, sino que tendrás que trabajar todos los días para conquistarla y retenerla.
La felicidad es esquiva para quienes no saben cómo alimentarla.
Si queremos ser verdaderamente felices, tenemos que dejar la inteligencia de lado en ciertos asuntos.
La felicidad y la lógica nunca fueron de la mano, no intentes amigarlas o la primera se irá de tu lado.
Si eres feliz todo el tiempo, nunca sentirás los arrebatos de felicidad que tan grandes nos hacen sentir.
Para ser feliz, es necesario dejar de pensar y así dedicarnos a sentir más.
Cuando te sientas infeliz, mira a tu alrededor, hay un hermoso mundo dispuesto por entero para ti. Solo tienes que aprovecharlo y encontrar las oportunidades que ofrece.
